Era una noche fresca, recién había dejado de llover, Erick estaba sentado frente a su piano en la habitación principal de su casa con las luces apagadas y dejando que la luz de la calle y la luna atravesara por las ventanas que mantenía abiertas las cortinas, el estaba buscando inspiración para componer un nuevo réquiem, con un cigarrillo encendido en su mano izquierda que y un vaso de agua en la derecha; volteó a mirar el reloj de la pared que ya apuntaba las tres de la madrugada, tras dar la última bocanada de humo apagó el cigarrillo y se levantó dejando en la mesa el vaso, camino un par de pasos a la ventana y frotando su barba escasa contemplaba la calle vacía. Tras unos minutos un leve sonido proveniente de la cocina llamó su atención, algo que parecía ser un gemido de un bebé, el volteó acto seguido su gato pardo estaba en la dirección de la cocina, a lo que concluyó que había sido su gato el que hizo el ruido, con una sonrisa lo miró y regresó a su banquillo y encendió un nuevo cigarro, volteando al piano y de espaldas a la cocina el tenue ruido sonó nuevamente esta vez más claro y más parecido al gemido de un bebé, pero esta vez su gato estaba junto a el, lo que causó que se levantara y fuera a echar un vistazo a la cocina encendió la luz pero no vio nada, debió ser el cansancio concluyó y apagó las luces, camino a la ventana y cuando cerró las cortinas retumbó un llanto de un bebé, eso le puso la piel de gallina, tembloroso se acerco a la cocina nuevamente y al encender las luces vio a su gato destripado en el piso, con sentimiento y pavor giró para salir al patio por una bolsa pero cuando dio el primer paso las luces se apagaron, el se paralizó cuando el llanto del bebé sonó nuevamente, al querer correr a la salida tropezó con algo suave y al levantarse la luz se encendió dejando ver a cientos de ratas apiladas junto al piano, el hizo de lado el asco y pateó a un puño y las otras se esparcieron dejando ver el cuerpo sin vida descarnado, con los órganos expuestos y cubierto de sangre de un bebé, el corrió como loco y salió disparado, cuando regresó con ayuda ya no había nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario